
El joven de cabello largo era delgado, de aspecto tímido (tan solo aspecto) y un rostro neutro; sus ojos, marrones o amarillos, me ofrecían un interesante recorrido cada vez que les ponía atención, y tal recorrido me supe de memoria que hasta supe como hacerlo temblar, y disfruté hacerlo. Su inocente sonrisa debió ser lo que más le atraía a mi sed de atacar, mas cuando creí que esto me sería imposible, aquel tornado interior me sorprendió otra vez. Claro
El joven era un buen ser humano. Ser humano. Era correcto y leal, un perfecto opuesto. ¿Cuánto se puede contaminar a una persona? Nunca supe si cambió para mal o siempre llevó consigo una máscara, invertimos los papeles, los sentimientos. Sentimientos. Claro
"Lo que se te hace difícil es asumir lo que te está sucediendo". Dí media vuelta, fue duro. Caminé en busca de nada, porque nada necesité. Ya fué suficiente.
¿Muy cursi? Claro.